Desde hace muchos años atrás una
tradición norteamericana llegó a nuestro país, la famosa fiesta que celebran la
mayoría de niños el 31 de octubre, Halloween. Muchos de estos niños la esperan
con muchas ansias no solo por los disfraces sino también por los dulces que
ellos reciben cuando tocan las puertas de las casas. La pregunta es, ¿Qué tan
dañino pueden ser estas golosinas para ellos?
Como sabemos, las golosinas están
caracterizadas por contener excesiva cantidad de azúcar la cual genera adicción
en los niños además de hiperactividad y falta de atención y concentración. Por
otro lado, genera caries dentales y los vuelve más propensos a ser obesos.
Otro componente muy utilizado son
las grasas trans, presente en la mayoría de *chocolates* estas tienen el mismo
efecto en el organismo que un cigarro, es decir cada vez que le dan a un niño
un chocolate de mala calidad es como si le estuviesen dando un cigarrillo.
Aumentan el riesgo de sufrir enfermedades al corazón, aumenta el colesterol en
niños, aumenta el riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas.
No hay que dejar de lado los
colorantes y saborizantes, también muy utilizados en esta industria ya que
vuelve a las golosinas más atractivas a los ojos de los pequeños consumidores.
Los colorantes son altamente alergénicos, aumentan el riesgo de sufrir
enfermedades respiratorias como el asma además de disminuir el coeficiente
intelectual de los niños.
¿Alternativas?, Varias
1. Fruta
entera, podrían ser plátanos que no son costosos
2. Canchita
en bolsita
3. Trigo
o quinua atómica
4. Bolas
de kiwicha
5. Fruta
seca, unas cuantas pasas a cada niño